viernes, 18 de agosto de 2017

Algo de mi experiencia personal en danza.

Empecé esta disciplina hace casi unos diez años en Valencia, con mucha ilusión, y estoy eternamente agradecida a todas las maestras que tuve en mi ciudad. Ellas me enseñaron, me abrieron puertas y contribuyeron a mi evolución en danza y en lo personal. Estudié en varias ciudades de España por varios años. Esto me llevó a ir cada vez más lejos, ampliar radio por Europa y otros continentes y aprender de todo lo que he podido en este mundo.

No os voy a engañar, aprender no es igual que disfrutar. Es un mundo difícilmente complicado, pero ¿ acaso la vida no lo es también? Existen decepciones, intolerancia, hipocresía, envidia...
Fracasar una y otra vez es normal. Que te engañen, es normal. Os preguntáis ¿por qué es todo tan complicado. Por qué no se fijan en mi talento, por qué unas y otras no, qué hice mal en mi trabajo, no era suficientemente bueno? Nada de esto importa en realidad. Ni tu trabajo, ni tu danza ni tus clases. Todo es ego, que no es malo. Es lo que es y no pasa nada.

La competición es con una misma, por eso no debes tener prisa. Es bueno reflexionar y salirse un poco de la espiral negativa  y del sendero por el que avanza la mayoría de la gente, pararse a identificar la realidad, en qué punto te encuentras o pararse y respirar el tiempo que necesites, sin preocuparte de otra cosa no seas tu, sin que te afecten las opiniones que te rodean. Esto es algo que sólo sabes tu. Si paras y respiras, si no haces nada más, puedes ver cómo tu problema se disipa y se hace más pequeño hasta que no tiene tanta importancia. Quizá después quieras emprender otro camino diferente, quizá hayas aprendido a escucharte. No todo el mundo avanza por los mismos sitios. Pero hay que seguir avanzando. Con paciencia.

Sea que sea lo que elijas, ama y respeta. Pero a tí la primera persona.

Esta es mi filosofía en danza.

Gracias a todas mis maestras de España, Hungría y Egipto, sin vosotras no sería igual. Gracias a mis compañeras en danza que se reparten por el mundo y gracias a mi familia y amigos por el apoyo incondicional.

Marie Amais